lunes, 7 de junio de 2010

CULTURA Y CONVIVENCIA

IMPACTO DE LA GLOBALIZACIÓN EN LAS CULTURAS PROPIAS DE ALGUNAS REGIONES DE NUESTRO PAÍS


Por: Zamira Castillo, Elsa Patricia Cárdenas



Colombia es un país privilegiado su ubicación geográfica permite que cuente con dos océanos, cordilleras, llanuras y selvas que delimitan regiones con diversidad no solo natural sino cultural. La Costa Caribe y el altiplano Cundiboyacence ambas regiones con historias y culturas diferentes sin embargo afectadas por un mismo fenómeno: la globalización.

Cartagena de Indias, ciudad turística de la Costa Caribe Colombiana y Patrimonio histórico y cultural de la humanidad, es una de las ciudades más bellas de Colombia. Su contraste entre ciudad moderna e industrial, rincón colonial y destino turístico, da como resultado una ciudad que cautiva a primera vista. La infraestructura turística que ostenta, fortalecida con el despliegue de la ciudad como centro de negocios y como vitrina de Colombia, han hecho de Cartagena una ciudad más propia de extraños que de nativos.
 
La Zona Industrial es operada por grandes empresas nacionales y transnacionales ancladas en el territorio. Los diferentes puertos comerciales reciben a grandes compañías navieras que asientan sus operaciones en Cartagena. El muelle turístico soporta la entrada de miles de turistas en las temporadas de cruceros. Las marinas privadas dan albergue a cientos de embarcaciones menores que tocan puerto. Se celebran reuniones de carácter local, regional, nacional y eventos internacionales destacándose las reuniones de tipo gubernamental: cumbres, visitas presidenciales o rondas de negocios con carácter mundial.
 
De esta manera la ciudad hospeda en forma temporal a gran cantidad de foráneos que en su corta estancia deben conocer al menos la esencia cultural de la ciudad que visitan, los paquetes turístico - culturales incluyen en pocas horas un recorrido por la historia, la gastronomía, la música, la artesanía y costumbres locales, generando una especie de estampa cultural perfectamente calculada y cronometrada que sabemos ajena de la realidad que vivimos como ciudad.
 
La globalización ha hecho mella en Cartagena, la condición de ciudad de puertas abiertas para todo tipo de eventos y encuentros, de ciudad puerto, de ciudad turística, ha provocado que los gobiernos local y nacional vuelquen esfuerzos para mejorarle la “cara” a la ciudad dotándola de infraestructura, quedando en segundo plano los problemas de base que afectan el orden social como son: pobreza absoluta que desborda en sus cordones de miseria, perdida de la familia y los valores, pandillismo, turismo sexual y de drogas, (industria que se desarrolla de manera paralela al turismo convencional), desempleo, desplazamiento y reinserción como fenómenos derivados de la violencia nacional; inseguridad, sicariato, este último de reciente consolidación y en crecimiento vertiginoso.

Trasladándonos al interior del país en el altiplano Cundiboyacence, propiamente a Mórcate, municipio de Paya en Boyacá, la estructura social de esta población está configurada por personas de tradición campesina, en su mayoría descendientes de indígenas, de quienes aún conservan muchas costumbres como el arraigo a la tierra, la estructura de las viviendas, los cultivos y gustos alimenticios. Se caracterizan por la timidez y el poco contacto con el mundo de los grandes centros comerciales y citadinos.

La organización de las veredas está estructurada en las Juntas de Acción Comunal desde el cual se toman las decisiones que afectan a las comunidades. Se dedican a las actividades propias del campo como la agricultura con fines de autoabastecimiento familiar. El comercio es a baja escala y tiene que ver con la venta del café, el dulce de caña, la ganadería y el trabajo al jornal. Desarrollan prácticas como el “cambio de mano” para la siembra y los “mandatos” para el arreglo de caminos y escuelas.

Culturalmente ha predominado el machismo, las mujeres culturalmente han asumido las responsabilidades del hogar además del trabajo en las fincas donde laboran junto con su familia.

La globalización ha traído consigo la incursión de las compañías de explotación petrolera en la región y con ello nuevas problemáticas sociales. Un alto impacto ambiental y el cambio en las relaciones y tradiciones culturales de la vida de la comunidad.

La realización de procedimientos sísmicos para la exploración del petróleo, generó daños ambientales como la reducción de nacimientos de agua y el deslizamiento de terrenos, se presento el derrumbe de fincas y potreros completos, afectando el trabajo agrícola y ganadero de los campesinos. Se generó basura que se vertió en los bosques produciendo contaminación

Con el aumento de ingresos económicos se aumento el consumo de alcohol, se genero la prostitución promovida por los extranjeros y con ello la presencia de nuevas enfermedades.

En las negociaciones para la exploración en las fincas y predios, se generaron divisiones al no negociar en igualdad con todos los miembros de la comunidad además de conflictos internos en las comunidades en la disputa por cupos de trabajo en la Explotación.

Las difíciles condiciones económicas de la población han hecho más vulnerables a las comunidades de caer en la manipulación y el engaño del falso desarrollo que representa la inversión del capital extranjero, pues en la mayoría de regiones rurales en nuestro país la presencia del estado, solo ha llegado a través de las fuerzas militares. La presencia de las compañías agudiza el conflicto social y armado en las regiones trayendo consigo la violación a los Derechos Humanos: el desplazamiento de la población, el exterminio de líderes y campesinos en estado de indefinición

La ausencia del Estado en inversión social y las difíciles condiciones de la región han dificultado la comercialización de los productos, el trabajo de los campesinos solo permite el autoabastecimiento quedando sin resolver otras necesidades básicas, como la educación, el vestuario y la salud. A esto se suma la vulnerabilidad de la población campesina que por su condición cultural, social y económica, no adelantan procesos de exigibilidad de derechos, esta realidad generan un alto impacto en las relaciones, comportamientos y costumbres de la comunidad.

El Estado Colombiano a través de todos los estamentos tiene un gran compromiso en el conflicto social que están generando las escasas oportunidades de superación de pobreza que tienen muchos habitantes como consecuencia del nuevo orden social mundial: “la globalización”. No basta con integrar e identificar a cada colombiano con la cultura, se necesitan soluciones reales a problemas sociales que van en crecimiento y que muy seguramente desbordarán algún día la tolerancia de muchos que no hallan ni el apoyo ni la manera de salir de sus condiciones de miseria en una sociedad que cada día parece más elitista, más contemporánea, más mundial, más identificada con el capital, la imagen y lo foráneo que con su problemática local.



DERECHOS HUMANOS Y CONVIVENCIA

Por: Zamira Castillo, Elsa Patricia Cárdenas, Angela Panesso, Diana Muñoz

La Declaración Universal de los Derechos Humanos surgida en 1948 en la Asamblea General de las Naciones Unidas y suscrita por los países miembros, insta a las naciones a la aplicación de dicha Carta en aras del reconocimiento de la dignidad humana, del respeto a la vida y la igualdad de derechos, así como la libertad del individuo. Para el cumplimiento de estos derechos se requiere la participación del Estado como garante, es así, como el titular de los Derechos Humanos es el individuo y el obligado a cumplirlos y velar por su cumplimiento es el Estado.

Los Derechos Humanos se erigen sobre el supuesto de que todo ser humano es igual, libre y tiene los mismos derechos, en cualquier parte del mundo que se encuentre y en la cultura a la que pertenezca. Por tanto, son las facultades y prerrogativas que tiene todo ser humano por el simple hecho de serlo.

La Convivencia se considera la base de la construcción social implica, individuos e interacción entre ellos, en un máximo respeto a la individualidad enmarcada en la base de valores, principios y convicciones que los estructura e identifica como grupo, los reconoce como estructura social y los identifica ante las demás estructuras existentes. Surge entonces la pregunta de la Universalidad de los Derechos Humanos, a este tópico se han referido numerosos autores, unos a favor, otros en contra, y otros adoptando posturas intermedias.

Aceptar la pluriculturalidad es aceptar las estructuras sociales y el cúmulo de valores y la moral que los sustenta. Es pretencioso pensar que cada cultura se erige sobre los mismos principios éticos y morales. Es más propicio pensar que se respetan valores como la vida, dignidad y libertad enmarcados dentro de lo que le es propio a cada cultura. La interpretación del individuo y del grupo será bajo sus líneas de lo que es correcto o no en la estructura social que conforman y en la que se reconocen.

La Universalidad de los Derechos Humanos radica en la adaptación de estos valores en la estructura social que los aplique. Vemos así, culturas donde no se reconoce esta declaración como normativa, pero con una clara definición de valores y principios que consagran el respeto a la vida, logrando así patrones de convivencia fuertes. Mientras que existen, sociedades que reconocen la declaración, pero no han logrado el arraigo y respeto pleno por los Derechos Humanos. Se demuestra entonces, la necesidad de la educación en Derechos Humanos para transmitir los valores, que sustenten y garanticen la Convivencia, como principios universales para todas las sociedades.

Colombia es un país de diversidad cultural, la Constitución reconoce tanto los Derechos Humanos como el derecho a la diferencia. Pasando una mirada por nuestra realidad de país no podemos ser ajenos a los fenómenos de: pobreza, analfabetismo, desempleo, subempleo, desplazamiento, violencia, secuestro, terrorismo, falsos positivos, desaparición forzosa, insurgencia, inseguridad, masacres, sicariato, narcotráfico, extorción, violencia de género, discriminación racial, violencia sexual y exclusión social, como ejemplos, además de la persecución a líderes y organizaciones sociales defensoras de los Derechos Humanos. Cabe pensar ¿Qué hace el Estado por el cumplimiento de estos Derechos?

Si bien se propende por el derecho a la igualdad, dentro de nuestra pluriculturalidad, se está faltando al principal derecho: la vida digna. De allí los cuestionamientos internacionales, fundados, sobre las violaciones a los Derechos Humanos o al Derecho Internacional Humanitario, como consecuencia del conflicto interno al que estamos sometidos desde hace ya varias décadas; al que el Estado no ha sido capaz de responder, generando una situación de impunidad y favoreciendo la reproducción de factores que generan violencia, injusticia y desigualdad social.

En este sentido, estamos siendo testigos de diversas situaciones; el crecimiento de antivalores por el debilitamiento de la moral que rige la sociedad, el acostumbramiento a fenómenos como el secuestro o la violencia, las intervenciones fallidas del Estado por recuperar la credibilidad, la manipulación de la opinión pública por los medios, la desigualdad social manifestada en la incapacidad del Estado por garantizar las condiciones mínimas para una vida digna, entre otras.

Todas son condiciones que afectan la convivencia, como ya se dijo, base del constructo social. Poco vale la pluriculturalidad y su reconocimiento en nuestra Constitución mientras el derecho básico a la vida, libertad y dignidad humanas no sea respetado y mientras el Estado responsable parezca sumiso e incapaz de alterar esta situación para bien de sus ciudadanos.

En conclusión, los Derechos Humanos son importantes para que los ciudadanos sustenten la Convivencia en valores derivados de sus principios morales y éticos, y propendan por el respeto y cumplimiento de sus derechos en dos direcciones: desde cada individuo conformante de la sociedad y desde la exigencia al Estado por el respeto y garantías en el cumplimiento de los mismos.

Por tanto, siendo los Derechos Humanos principios y normas ideales que los seres humanos han construido en la historia para el respeto, la igualdad, la libertad y la dignidad humana, cumplen un papel importante como referente para todos los ciudadanos y Naciones en el logro de la Convivencia y la edificación de Sociedad y Cultura a través de todas sus expresiones.

CULTURAS HIBRIDAS - COLLAGE


Teoría de las “Culturas Hibridas” de García Canclini: interpretación a través de un Collage.

Por: Elsa Patricia Cárdenas

Expresiones culturales: son la base de la identidad cultural, representantes como Shakira y Vives, significan la representación de nuestra cultura, de manera reconocida, fuera de las fronteras, a pesar de todas las fusiones y modernidad que le han añadido a sus representaciones, sin embargo persisten agrupaciones como las Alegres Ambulancias de Palenque, quienes perpetuán los cantos ancestrales a través de las cantaoras y que igualmente representan a nivel mundial a nuestro país. La danza se constituye en una expresión importante de los pueblos, hoy trasciende de lo típico y representativo a lo moderno, tal es el caso de compañías cono El colegio del Cuerpo, que lleva nuestro folklor a diferentes partes del mundo como grupo reconocido de danza moderna. El teatro es una de las expresiones que se ha mantenido y que aun maneja un contenido social en su propuesta.

La pluriculturalidad de nuestro país se representa en cada una de las fiestas regionales: carnaval de negros y blancos en el sur, carnaval de Barranquilla en el norte, Silleteros en la región central, cada una encierra una con una historia que contar.

Sincretismo religioso: como nación católica por mayoría, tradiciones como la de semana santa en Popayán hoy se mezclan con la moderna toma de Yagé y los Krisna, entre otras religiones.

Subculturas urbanas: emos, punks, góticos, raperos, culturas light, entre otros hacen mella en nuestra juventud débil en valores.

Contrastes por la “americanización” de nuestra cultura se aprecian en el día a día de nuestras ciudades, igualmente contrastes por las desigualdades sociales que se generan de los diferentes problemas que afronta nuestro país.

Por el rescate de nuestra identidad y como campaña de promoción de nuestro país en el exterior la campaña de Colombia es Pasión tanto a nivel nacional como internacional en los últimos años ha procurado rescatar expresiones, hacer que los colombianos nos reconozcamos con lo nuestro resaltando nuestra pluriculturalidad.